Las llantas son uno de los tres elementos del automóvil fundamentales para la seguridad activa en la Seguridad Vial (llantas, amortiguadores y frenos). Por eso quiero recordarte que es importante que revises su estado de desgaste y los daños que puedan tener, así como la presión de inflado, al menos una vez al mes. Además de las cuatro llantas de tu carro, ¿te has acordado de revisar también la quinta llanta? la de repuesto, esa que va casi siempre oculta debajo del maletero?
La realidad sigue mostrando que los conductores solemos descuidar un poco la revisión de los neumáticos, sobre todo en lo que respecta a la presión de inflado, donde cerca de la mitad de los vehículos suelen ir con la presión algo más baja de la recomendada. Sin embargo, es todavía mayor la cantidad de conductores que se olvidan por completo de la llanta de repuesto.
La llanta de repuesto es estrictamente obligatoria y tu vehículo debe llevar una. Si tu vehículo lleva llanta de repuesto, ¿te acuerdas de echarle un ojo cada cierto tiempo? ¿la revisas a la vez que revisas la presión del aire de las ruedas que van montadas?
Sea la llanta de repuesto del mismo tamaño y tipo que las llantas que lleva montadas el vehículo, aunque sea con una llanta diferente (por ejemplo una de acero económica), o sea una llanta de repuesto de emergencia, algo más pequeña, en anchura y diámetro, hay que revisar su estado y presión con la misma periodicidad que el resto de la llantas del automóvil: al menos una vez al mes.
Sin duda lo más importante es revisar la presión de inflado, pues con el paso del tiempo, aunque no se utilice, la presión del aire irá disminuyendo. El día que tengas que utilizar la llanta de repuesto para solventar un pinchazo, será una sorpresa nada agradable encontrarte que la rueda de repuesto que llevabas confiado en el maletero está desinflada y no te va a ayudar a salir del problema. Recuerda también que un neumático con menos presión de la indicada consume más y se comporta peor (peor estabilidad, más distancia de frenado).
Aunque algo menos importante porque tardará más tiempo en suceder, recuerda que los neumáticos tienen fecha de caducidad. Esta puede alargarse un poco en la llanta de repuesto pues al ir guardada bajo el maletero no está expuesta a cambios de temperatura tan extremos ni tampoco a la radiación solar directa, que hacen que el compuesto de goma se deteriore más rápido, pierda elasticidad y ya no ofrezca las mismas prestaciones y seguridad. Para un neumático que se esté usando, la fecha de caducidad son 5 años desde su montaje, sin embargo para una rueda que se almacena, como la de repuesto, la caducidad suele considerarse entre los 8 y 10 años.
Seguridad Vial Fundamental
Tampoco es recomendable utilizar como neumático de repuesto uno usado que hayas decidido guardar: si fue utilizado su caducidad llegará antes (los 5 años que te hemos dicho), pero además si su desgaste es grande, sus prestaciones son peores, hablando de adherencia, de evacuación de agua y de frenado, que si el neumático tiene el taco en buen estado (eso por no citar que puede tener otros daños). Es mejor no escatimar en tu seguridad por unos pocos colones.