Cuando enciendes ese cigarrillo de cannabis, tal vez busques escapar, relajarte o simplemente disfrutar. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en el viaje sin retorno que podría significar tomar el volante después ? La conducción bajo la influencia del cannabis no es un juego; es una ruleta rusa con consecuencias que pueden ser mortales.
El cannabis, esa planta con hojas que parecen sacadas de una obra de arte, es más que THC y CBD. Es un escape para algunos, medicina para otros, pero en la carretera, se transforma en un verdugo silencioso que no discrimina entre jóvenes y adultos, experimentados o novatos
El THC se adueña de tu sistema límbico, ese centro de emociones y recuerdos, y lo lleva a una montaña rusa de sensaciones. Pero cuando se trata de coordinar tus movimientos para girar el volante o calcular la distancia de frenado, esa montaña rusa se convierte en un precipicio.
La distorsión del tiempo no es un mito. Bajo el efecto del cannabis, un segundo puede parecer una eternidad, y en la carretera, un segundo es la diferencia entre detenerte a tiempo o convertirte en una estadística más.
No es solo que tus reflejos se adormecen; es que tu capacidad para tomar decisiones se ve comprometida. Imagina que cada decisión al volante es más lenta, más confusa, como si estuvieras intentando encontrar tu camino en una neblina espesa.
No es solo un riesgo, es una certeza. La ciencia ha demostrado que tus habilidades se ven afectadas, tu juicio se nubla, y tu tiempo de reacción se alarga. No es una cuestión de si te sientes bien, es una cuestión de si puedes reaccionar a tiempo para salvar una vida.
Las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico aumentan siempre que se produzca una mínima alteración de las capacidades necesarias para una conducción segura.
Los niveles de THC en sangre (el ingrediente psicoactivo de la marihuana) se han relacionado con la alteración de la conducción en múltiples estudios.
Los estudios son claros y contundentes. Conducir bajo la influencia del cannabis duplica el riesgo de accidentes. No son solo números en un papel; son vidas humanas en juego.
Según la publicación del 2015 de la NHTSA, «Traffic Safety Facts: Drug and Alcohol Crash Chance», el THC multiplica por 1 a 3 el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
Aquí hay una lista de otros estudios sobre los efectos del cannabis en la conducción, ordenados por fecha:
Es importante tener en cuenta que los estudios sobre los efectos del cannabis en la conducción son complejos y pueden estar influenciados por una serie de factores, como la dosis de cannabis consumida, el método de consumo, la experiencia del conductor con el cannabis y las condiciones de conducción.
Las leyes buscan protegernos de nosotros mismos y de los demás. Conducir drogado no es solo una falta de respeto a la ley, es una falta de respeto a la vida.
La ley en Costa Rica prohíbe conducir bajo los efectos de drogas, incluyendo el cannabis. El artículo 208 de la Ley de Tránsito establece que los oficiales de tránsito pueden controlar el consumo de drogas en los conductores. Si un conductor es detenido y se le detecta que tiene drogas en su sistema, puede ser acusado de conducir bajo la influencia de drogas (DUI).
En Costa Rica, el límite legal para THC en sangre es de 5 nanogramos por mililitro. Si un conductor tiene más de 5 nanogramos de THC en sangre, se considera que está bajo la influencia de drogas y puede ser acusado de DUI.
Las sanciones por DUI en Costa Rica incluyen:
Además de las sanciones legales, los conductores que son condenados por DUI en Costa Rica también pueden enfrentar problemas con sus aseguradoras de automóviles. Las aseguradoras pueden aumentar las primas de los conductores que son condenados por DUI, o incluso negarles cobertura.
Algunos fumadores de hierba al volante afirman que su concentración mental y, por extensión, su capacidad para conducir con seguridad un vehículo de motor, se ve reforzada por su consumo habitual de hierba. Según los resultados, esto puede ser cierto durante los primeros minutos al volante. Sin embargo, los efectos del cannabis podrían causar fatiga, aburrimiento y distracción.
La prevención es nuestra mejor arma. La educación vial no es solo aprender a manejar, es aprender a valorar la vida, a entender que cada acción tiene una consecuencia.
No hay excusa. Hoy en día, con un teléfono en la mano, tienes al alcance un sinfín de opciones para llegar a casa seguro. Elige la vida, elige ser responsable.
Los médicos y los tests de drogas son los guardianes en esta batalla contra la imprudencia. Detectar a tiempo el consumo puede salvar no solo una licencia de conducir, sino una vida.
El impacto va más allá de lo personal. Cada accidente es un golpe a la sociedad, un costo que todos pagamos. No podemos cerrar los ojos ante esta realidad.
Hemos navegado por las turbulentas aguas del cannabis y la conducción. Ahora es el momento de tomar las riendas, de ser conscientes de que nuestras acciones tienen un peso que va más allá de nuestro propio ser. Es hora de elegir con sabiduría, de elegir la vida.